viernes, 2 de mayo de 2008

Maldito

No se como vivir con esta maldición en mis entrañas, que solo me deja caminos escabrosos y oscuros, sin horizóntes ni destinos. Quisiera encontrar mañanas en los ocasos de mis desiciones, donde solo se confrontan los ángeles y demonios que residen en mi alma. Necesito sacar de piel, los sudores olvidados por el pecado divino del sexo, y así desentrañar la maldición que mantiene mi vida en vilo. Pasa el tiempo y recuerdo mis actos, y veo ellos los destellos de razón que acompañan la catastrofe de mi vida.
Pero mi maldición, debe ser solo mía, sin espacio mas allá de mi ser. Sin temor a ella, para no doblegarme sino fortalecerme, hacerme crecer invulnerable y fuerte. Guiando mis pasos, con la luz que emanan de los ojos de mi mayor tesoro. Olvidando el camino, la oscuridad y mi propia maldición, para que mi pequeño gran tesoro sea felíz. Por que entiendo que su felicidad será la mía, por que entiendo que su vida será mi norte, y solo será su triunfo y alegría lo que logre liberarme de esta maldición.