lunes, 17 de marzo de 2008

Eres mía en un poquito ...

Sin que quieras admitirlo, y aunque el mundo no lo sepa
aunque el cielo se desplome, y la luna no se encienda
en tu alma hay una mancha, que no a todos le revelas.

Es la mancha de un recuerdo, que la vida te ha dejado
es tatuaje de una rosa, con la forma de tus labios
El que siempre llevarás, hasta el último juzgado.

Sabes bien de que te hablo, ya no puedes ni negarlo
pues te sale de los poros, el aroma del recuerdo
que mantiene de por vida, el suceso de otro tiempo
donde un beso te marcó, en la piel a fuego lento.

Eres mía en un poquito, por ser mío aquel suceso
que dejó sobre tus labios, los sabores de este amor.
Eres mía en un poquito, por aquel lento fulgor
que camina hoy sin rumbo, en la historia ya olvidada.

Una historia que se siente, aunque estés muy alejada
de la vida que jamás, verás hecha ante tus ojos
pues murió en un recuerdo, convirtiendose en despojos.

Eres mía en un poquito, solo espero que lo entiendas
y aunque ya no lo compartas, eres mía en mil maneras
o quizás tan solo en una, que se enciende en mil estrellas.

La verdad es que eres mía, un poquito solamante
justo allí donde los sueños, son la imagen de un deseo
que se cumple cada día, que se cumple eternamente
en la risa de tus labios, en lo oscuro del recuerdo
en candiles intangibles, que iluminan el sendero
que te lleva hasta mis brazos, con la guía de adoquines
de colores centellantes, de ilusiones en sublime.

Eres mía en un poquito, aunque no lo reconozcas
porque tu alma está compuesta, en un trozo por la mía.
Eres mía en un poquito, siendo otro quien te tenga
aunque nunca llegue el día, en que vivas de mi boca

Y si un día en el futuro, nos volvemos a encontrar
por la vida o el destino, en la senda de adoquines
sentirás como tu piel, se estremece en los recuerdos
de una vida no ocurrida, de un pasado inexistente
y será en ese momento, en silencio y con distancia
cuando sin tu voluntad, volveras hasta aquel hito
que creiste ya enterrado, en las arenas de este tiempo
y por siempre te tendrá, como mía en un poquito.

domingo, 16 de marzo de 2008

Vacío

A veces me levanto en las mañanas preguntandome quien soy, como si aún permaneciera dormido.

Me miro al espejo por un segundo sin reconocerme, y así comienza la mañana de siempre. Salgo salgo a la calle, con el vacio supremo que solo el olvido puede dejar. Pero jamás sé lo que olvido, jamás recuerdo, jamás llega a mi mente ese trozo de vida que he perdido o que nunca he tenido.

En mi rostro, la fresca mañana hace un nido, llevandome a olvidar que algo he olvidado. Y así el día entero me consume, entre sus múltiples tareas y problemas, entre rostros conocidos y desconocidos. Las horas se deslizan, como los granos de arena en el reloj de mi vida, ahogando sutilmente el vacío ahora olvidado, dandole paso a la noche, con sus múltiples fantasmas y sus sombras indelebles.

Y en ese momento, en el que aún no llega el sueño ni se ha ido la conciencia, vuelve a tomar en mi corazón su puesto, la vacuidad incónume de lo antes olvidado y nunca recordado. Justo cuando la paz intenta hacerme su compañero, la inquietud del olvido me toma del cuello. Y sin poder resistirme, termino atrapado en un mundo de brumas y sueños, donde el día es olvido y el olvido es mi vida.

jueves, 13 de marzo de 2008

De Pie Frente a Mi...

De pie frente a Mi, de perfume vestida
mis ojos te observan, buscando respuesta.
Del por que de la entrega, de tu ser, de tu vida
de ese hermoso regalo, que a tu amor representa.

Y mirando tu piel, de impecable apariencia
noté que tus poros lloraban de ansiedad,
mientras caminabas con recelo y humildad,
mientras me mostrabas la belleza en tu precencia.

Tu pecho desnudo, a mi rostro enfrenta
y mis manos ávidas toman tu cintura,
mis ojos se cierran y mi boca encuentra
tu pequeño hombligo de sensual hermosura.

Me levanto ante ti, y de frente te miro
encontrando en tus ojos, el silencio de gritos,
que repiten "Te Amo" como eco infinito,
que me dicen "Soy tuya", cual hermoso zafiro.

Como niña pequeña te tomo en mis brazos,
y dejo tu cuerpo tendido en la cama,
de un leve susurro tu boca me llama,
y mi ropa en momentos se hace pedazos.

Tu piel se hace mia y tuya mi alma,
mi boca es tan solo tu boca en un beso,
tus ojos se cierran buscando la calma,
los míos tan solo de ti, me hacen preso.

Epilogo: Este poema lo escribí en el año 1995 a una mujer imaginaria, que se ha hecho realidad en el momento menos esperado de mi vida...