domingo, 16 de marzo de 2008

Vacío

A veces me levanto en las mañanas preguntandome quien soy, como si aún permaneciera dormido.

Me miro al espejo por un segundo sin reconocerme, y así comienza la mañana de siempre. Salgo salgo a la calle, con el vacio supremo que solo el olvido puede dejar. Pero jamás sé lo que olvido, jamás recuerdo, jamás llega a mi mente ese trozo de vida que he perdido o que nunca he tenido.

En mi rostro, la fresca mañana hace un nido, llevandome a olvidar que algo he olvidado. Y así el día entero me consume, entre sus múltiples tareas y problemas, entre rostros conocidos y desconocidos. Las horas se deslizan, como los granos de arena en el reloj de mi vida, ahogando sutilmente el vacío ahora olvidado, dandole paso a la noche, con sus múltiples fantasmas y sus sombras indelebles.

Y en ese momento, en el que aún no llega el sueño ni se ha ido la conciencia, vuelve a tomar en mi corazón su puesto, la vacuidad incónume de lo antes olvidado y nunca recordado. Justo cuando la paz intenta hacerme su compañero, la inquietud del olvido me toma del cuello. Y sin poder resistirme, termino atrapado en un mundo de brumas y sueños, donde el día es olvido y el olvido es mi vida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que palabras,nunca pense escuchar tal fraces de ti,es tu alma la que escribe,la que grita la que sueña la que a pesar de todo te llena la que no tiene mentiras la que no tiene promesa,solo tu y ella.a pesar de todo la soledad es buena.

Unknown dijo...

Uy... estos comentarios estan tan profundos como tus escritos...
+ fino amor!
muy bonito, muy bonito todo!!!!